Mientras espero que se caliente el agua en la que se disolverá mi tercer té del día (cuarta dosis de cafeína), pienso y observo, pero también observo y pienso, en Sol. En lo que allí se cuece. En lo que se cocía para que se levantara el pueblo. En la última vez que el pueblo se levantó con un trasfondo político y se unió en un menester de tal repercusión. Y tengo que remontarme muchos, muchísimos años. Y veo que las cosas han cambiado. Ya no son los de este lado frente a los del otro. Son el pueblo entero, de este lado o de otro, dando un puñetazo en la mesa. Es como la primera vez que dices que no a tus padres a algo. Me refiero a la primera vez que lo haces sobre algo de gran importancia.
- Me voy de casa. He pensado irme a estudiar a otro país.
- Pero estás mejor aquí.
- NO.
Y se crea un silencio. Un periodo de letargo en el que estás pendiente de lo que pueda pasar. Porque sabes que será gordo, pero no sabes si será bueno o malo. Ni si te arrepentirás o lo celebrarás. Pero tenías que hacerlo. Y así, marcaste un antes y un después.
Yo creo que eso está pansando en Sol, y los políticos no se enteran.
- Unos: Protestan contra el gobierno actual.
- Otros: Anda, si esto es como cuando protestábamos nosotros.
¡QUE NO! ¡QUE ESTO VA CONTRA TODOS VOSOTROS! ¡TODOS! ¡BANCOS, VOSOTROS TAMBIÉN!
Somos la juventud sin trabajo, sin vivienda y sin jubilación. Y ojo, que en juventud entran treintañeros.
Se os ha ido de las manos. Pero no lo pagáis vosotros. Nosotros no tenemos margen de error.
Habéis seguido practicando el borreguismo, pero ahora tenemos la oportunidad de la información y de la reflexión, del conocimiento y la serenidad.
Y lo mejor es que no tenéis motivos para atacarnos. Os ha pillado de sorpresa y no sabéis cómo reaccionar.
Y esto no es una pataleta, como creéis. Esto es hartura. Esto es posicionamiento. Esto es un basta. Es un grito sordo. Una llamada de atención. Un preámbulo. Un hasta aquí hemos llegado.
Con la diversidad en la que vivimos, ver que todos estamos unidos y no es Nochevieja, es verdaderamente emocionante y alentador.
Me voy a Sol. El kilómetro cero. Punto de partida.