A bocados

¿Quién no ha saboreado el placer de una porción de algo? De membrillo, de chocolate en forma de bombón, de naranja convertida en gajos, de queso... Cada uno de esos momentos ha sido una porción de vida, centrado en el paladar, la textura y el deseo de que no termine... Porque así se nos presenta la vida, en porciones, formando un gran queso donde podemos encontrar desde gusanos hasta agujeros, pero también ternura y sabor; y donde hay que tener mucho cuajo para no darle un mordisco y comérselo a bocados.

domingo, 3 de abril de 2011

No muse

Acabo de llenar mis dedos de tinta.
La sangre de mis letras.

Mi vieja pluma emprende su habitual camino desprovista de musa alguna, y como en todo recorrido, encuentra vicisitudes que en esta ocasión nada tienen que ver con la sed, el hambre o el cansancio. Se topa con la ausencia de inspiración. ¿Hay soledad mayor?

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