Enséñame la carita, que quiero verte los ojos.
Enséñame tus ojitos, que quiero ver tu mirada.
Enséñame tu mirada, que solo veo la noche infinita.
Por respuesta, me regalas un paseo
lleno de andares resueltos
y rastros encriptados.
Das una vuelta, y luego otra,
para echar carreras me provocas,
y de nuevo un rastreo te ha eclipsado.
Llego a casa y te despierto,
traerte aquí fue un acierto,
pienso cuando me das un abrazo.
Te cepillo el pelo, puro algodón,
permisivo e impaciente te conviertes en pompón,
lo sabes, te crees el más guapo.
Deja que te dé un baño,
te encanta, en la piscina contigo nado,
de nuevo me haces ver que estás siempre a mi lado.
Estoy durmiendo y te oigo llegar,
no me muevo, dejo de respirar,
tus bigotes me han encontrado.
Me proteges, me añoras, en mí confías
a todas horas, antes de que sepa, tú ya sabías
que hay muchas formas de ver, y me lo has demostrado.
Enséñame la carita, que quiero verte los ojos.
Enséñame tus ojitos, que quiero ver tu mirada.
Enséñame tu mirada, que solo veo la noche infinita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario