A bocados

¿Quién no ha saboreado el placer de una porción de algo? De membrillo, de chocolate en forma de bombón, de naranja convertida en gajos, de queso... Cada uno de esos momentos ha sido una porción de vida, centrado en el paladar, la textura y el deseo de que no termine... Porque así se nos presenta la vida, en porciones, formando un gran queso donde podemos encontrar desde gusanos hasta agujeros, pero también ternura y sabor; y donde hay que tener mucho cuajo para no darle un mordisco y comérselo a bocados.

domingo, 20 de enero de 2013

Menú del día

Corrían los primeros días de diciembre y el otoño, en pleno apogeo, le sacaba los colores a las altas tierras del Bierzo. Tal variedad cromática no inspiraba sino ciertos detalles gastronómicos, detalles que dan el toque certero para llamar la atención del comensal (hambriento o no) y que darán la clave para repetir plato.

Ocres de mostaza, marrones de cacao, rojos de vino y verdes de limón se disputan el protagonismo a medida que avanza el paisaje.

En el mismo sentido, los estriados montes apelan al estómago en forma de vértigo ante tales dimensiones. Vaivenes del terreno que llegan a las nubes, cuales claras a punto de nieve, que darán el carácter de mousse a los picos más atrevidos, los que exploran el celeste.

Y con tal menú degustación, el postre no se hace esperar y se muestra tras el nombre de Pedrafita, espolvoreado con el azúcar glas que dejan las incipientes nevadas del último mes del año.

1 comentario:

  1. Riquísimo. Conozco el paisaje y, como muchos habitantes de la costa, me acerco hasta allí cuando cae nieve, a disfrutar de una buena comida y del precioso paisaje.

    Lo has descrito con tanta maestría que ganas me dan de coger el coche. Un abrazo.

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