A bocados

¿Quién no ha saboreado el placer de una porción de algo? De membrillo, de chocolate en forma de bombón, de naranja convertida en gajos, de queso... Cada uno de esos momentos ha sido una porción de vida, centrado en el paladar, la textura y el deseo de que no termine... Porque así se nos presenta la vida, en porciones, formando un gran queso donde podemos encontrar desde gusanos hasta agujeros, pero también ternura y sabor; y donde hay que tener mucho cuajo para no darle un mordisco y comérselo a bocados.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Te detesto

Esta larga jornada de otoño casi invernal me desdibuja la mente, la pisotea y abotarga, sin permitirme siquiera la bendición de una libranza y llevándose por delante todo atisbo de tarde soleada.

Atiende: A mí no me trates así. Llévate tus largas noches y no vuelvas a pisar este sitio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario